sábado, 13 de agosto de 2011

COMER EN ESCOCIA

Aunque la gastronomía escocesa tiene algunos platos en común con la cocina inglesa, en Escocia existen una gran variedad de recetas propias y otras de influencia extranjera, sobre todo francesa.

Los platos escoceses suelen ser contundentes y es difícil quedarse con hambre, sobre todo después de los interminables desayunos que ofrecen la gran mayoría de los hoteles.

Siempre conviene llevar de viaje un listado con los platos típicos de la ciudad para consultar en caso de que no entendamos alguno de los
ingredientes que llevan.

En la foto el desyuno tipico escoces.

Aquí os dejao un listado con algunos platos típicos de Edimburgo:

Haddock: Una especie de merluza.
Kipper: Arenque ahumado.
Neeps and tatties: Puré de rábanos y patatas.
Cock-a-leekie: Sopa de puerros, patatas, caldo de pollo y mantequilla.
Scotch broth: Sopa de cordero y verduras.
Partan bree: Sopa de marisco.
Cullen Skink: Sopa de pescado ahumado con patatas y cebolla.
Stovies: Ensalada de patatas y cebolla.
Grouse: Codorniz.
Porridge: Papilla de copos de avena.
Oatcakes: Galletas de avena.
Shortbreads: Galletas de mantequilla.
Dundee cake: Pastel de frutos secos.
Cranachan: Dulce de crema, harina de avena y frambuesas.

Haggis

El haggis es uno de los platos típicos más populares de Edimburgo y, como tal, le debemos el honor de colocarlo en un apartado diferente para explicar su controvertida receta.

Se trata de un plato muy condimentado con un intenso sabor, cuyos apetecibles ingredientes son hígado, corazón y pulmones de cordero, embutido en la piel formada por el estómago del mismo y cocido durante varias horas.

Aunque a los escoceses les gusta comer este plato cualquier día a cualquier hora (incluso para desayunar), es típico consumirlo el 25 de enero, durante la conocida como la Cena de Burns, celebrada en honor al poeta escocés Robert Burns.


Aunque en sus comienzos se trataba de un plato consumido por las familias pobres que aprovechaban las partes del animal que nadie quería, hoy en día es raro encontrar un restaurante en el que no se sirva haggis.


En la foto el famoso haggis.

domingo, 7 de agosto de 2011

DE MERCADILLO EN LA CIUDAD DE LONDRES

No dejes de visitar los mercadillos de la ciudad de Londres, ir de compras a alguno de ellos puede resultar una actividad fascinante.

Londres es una ciudad que cuenta con numerosos mercados y mercadillos por todos sus barrios.

Covent Garden Market. En Covent Garden. Es un mercado cubierto Appel Market, que tiene sobre todo tiendas de artesanía pubs y cafeterías en los que podrás tomar el té de las cinco de la tarde amenizado con actuaciones de música clásica en directo, y alrededor se ponen puestos de comida especializados en productos de diferentes países.
En la foto un puesto de Covent Garden Market.


En pleno Soho, tienes el Berwick Street Market, un pequeño mercadillo especializado sobre todo en verduras y hortalizas. En la foto el mercado de Berwick Street.




El mercado de Portobello Road es uno de los más caros, especializado en antigüedades. Destaca la calle del mismo, Portobello, por sus fachadas de colores.

Al adentrarse más en dicha calle, se llega al mercado de comida.

sábado, 6 de agosto de 2011

EL BARBECOA EN LONDRES.

Si viajas a Londres no dejes de visitar el BARBECOA

En estos días de visita a la ciudad de Londres hemos comido en el Barbecoa, el restaurante de Jamie Oliver y Adam Perry Lang en Londres, es muy recomendable, en cuanto a cocina de calidad y buen servicio.

Jamie Oliver y Adam Perry lang han diseñado para este local un estilo de cocina basado en la cocina tradicional y los sabores de todo el mundo pero adaptados al día de hoy, utilizando los igredientes de cada temporada de la mejor calidad, y cocinados de manera excelente.

Fuego, humo y leña ayudan a conseguir sabores de la tierra combinados con la frescura de una experiencia de comida tradicional y contemporánea.

Sebastian La Rocca, executive head chef, que viene a ser el chef jefe del Barbecoa y todos los cocineros y demás personal destacan por su profesionalidad y amabilidad.

La ubicación del restaurante es excelente, con vistas a la Catedral de Saint Paul. Así que si vienes de turismo, te recomiendo que programes la visita a la Catedral para terminarla a la hora de comer y que comas en el Barbecoa.

Con Sebastian La Rocca delante de su cocina.

ENSALADA CÉSAR

Existen muchas versiones respecto al origen de la ensalada, pero todas ellas dan crédito a César Cardini como su inventor. La más conocida y comúnmente aceptada, es que la ensalada fue creada por un chef mexicano radicado en Tijuana de origen italiano llamado César Cardini y propietario de un local denominado "Caesar's Palace". Cardini, cuyo apellido está relacionado con la gastronomía en 1924 del famoso Hotel Peñafiel de Tehuacán, Puebla (México) viajó a Tijuana a un concurso gastronómico donde su ensalada resultó premiada. El ingrediente secreto de la ensalada, era el aliño, que pronto se hizo popular en diversos sitios de California.

Otra versión dice que fue creada en una de las ciudades de Tijuana o Ensenada (México) por el mismo cocinero, Cesar Cardini, a finales de la década de 1930. No se sabe si fue exactamente en Ensenada o Tijuana. Esta versión narra como unos pilotos norteamericanos llegaron (al hotel) y pidieron una simple ensalada, y a falta de tomates u otros ingreditentes típicos, el Chef Cardini siguió una vieja receta familiar con la que su madre los alimentaba en el sur de Italia en tiempos difíciles; una lechuga romana, huevos, trocitos de pan fritos al aceite, queso seco, vinagre, azúcar, aceite de oliva, unas gotas de salsa inglesa, salsa a base de anchoas y zumo de limón. La ensalada fue todo un éxito y fue bautizada inicialmente como "ensalada de los aviadores" ( "Aviator's Salad"). Con el tiempo, ya en 1948, César Cardini la registró en Los Ángeles como propia y la internacionalizó. Lo que patentó fue en realidad la salsa de la ensalada que la denominó "Cardini's Original Caesar Dressing Mix". Al final fue comercializada por una compañía bajo su nombre que se denominaba "Cardini Foods" en Culver (California).

Ingredientes para 2 personas:


300 gramos de lechuga romana
1 lata de anchoas en aceite de oliva (con al menos 6 filetes de anchoas)
150 gramos de pechuga de pollo marinada con limón y salsa perrins
2 rebanadas de pan de molde
40 gramos de queso parmesano
1/2 diente de ajo
Mostaza o unas gotas de tabasco
Aceite de oliva para freír el pan y la pechuga de pollo.

Elaboración:

Primero ponemos a marinar el pollo. Cortamos las pechugas en filetes más o menos gruesos y los marinamos con el zumo de limón y la salsa perrins. Reservamos unos 30 minutos.

Lava bien la lechuga, y pon a escurrir.

Quita las cortezas a las rebanadas de pan y córtalas en taquitos cuadrados (deben salir 16 de cada rebanada). Puedes utillizar una bolsita de pan ya preparado, del que vende en los supermercados.

Pon en una sartén 1 cucharada de aceite de oliva a calentar, cuando esté caliente añade el pan y fríe (tuesta) ligeramente. Cuando esté el pan tostado saca de la sartén y resérvalo sobre papel de cocina para absorber algún posible exceso de aceite.

Quitar los restos de pan de la satén y añade dos cucharadas de aceite. Dora la pechuga de pollo que debe estar marinada y cortada a tiritas. Saltea bien hasta que quede bien dorada y cuando esté lista reserva también sobre papel absorbente de cocina.

Prepara la salsa. En esencia la salsa es una mezcla de mahonesa con salsa alioli enriquecida con el sabor de la anchoas y los demás ingredientes.

Puedes hacer la mahonesa directamente con la batidora, pero es peligroso, así que te recomiendo que uses una mayonesa de bote de sabor muy suave y le añadas tres filetes de anchoa, el ajo y la mostaza o el tabasco, y ya que lo tienes a mano de marinar el pollo, añade también unas gotas de salsa perrins. Pon en el vaso de la batidora todos los ingredietes menos la mayonesa, bátelos y añade la mayonesa.

Trocea la lechuga, que debe estar bien escurrida, y ponla en la ensaladera. Añade el pollo, el pan, las 3 anchoas restantes cortadas a trozos y el queso parmesano roto a trocitos (no cortado). Aliña con la salsa César y sirve de inmediato para que el pan no se ablande con la salsa.